El manejo de la ira: ¿qué es la ira?

Todos sabemos lo que es la ira y todos la hemos sentido, ya sea como algo fugaz o como una rabia total. Algo más difícil, aunque no imposible, es aprender el manejo de la ira.

La ira es una emoción humana totalmente normal y por lo general saludable. No obstante, cuando perdemos el control de esta emoción y se vuelve destructiva, puede ocasionar muchos problemas en el trabajo, en las relaciones personales y en la calidad de vida. Nos puede hacer sentir como si estuviésemos a merced de una emoción impredecible, poderosa y difícil de controlar.

La ira no es lo mismo que la violencia pues la primera es una emoción y la segunda una conducta. La primera surge por una percepción de daño. Cuando nos sentimos amenazados podemos activarnos físicamente y esto podemos interpretarlo como enfado.

El manejo de la ira: formas de ira

Podríamos describir tres tipos de ira:

  1. Como una forma de reacción: está conectada al impulso de autoconservación. Es compartida por humanos y animales y ocurre cuando están atormentados o atrapados.
  2. Como respuesta de evolución para permitir a la gente enfrentarse con amenazas: Es llamada “ira estable e intencionada” y es una reacción a una percepción de daño o trato injusto de manera malintencionada por otros.
  3. Como un rasgo de carácter, cercano al resentimiento, la irritabilidad y actitudes de mala educación.

Las dos primeras formas de ira son puntuales. El tercer tipo de ira es, sin embargo, recurrente.

Posibles beneficios del enfado

  • Mecanismo natural de supervivencia
  • Señal de que algo está o parece estar mal
  • Afirmación del yo
  • Llamada a la acción movilizando y alimentando la perseverancia
  • Puede focalizar la energía de manera clara y eficaz
  • La rabia moral da ímpetu para luchar por la justicia y la igualdad
  • Puede ser la última emoción para resistirse al entumecimiento o la desesperación
  • Puede atraer la atención de la gente cuando no funciona nada más

Premisa central

Con frecuencia las conductas problemáticas , como el manejo de la ira, son manifestaciones sintomáticas de un trauma no resuelto y refuerzan de manera continuada el trauma, lo que compromete la calidad de vida de la persona.

El resentimiento crónico

La ira crónica y no reconocida y el resentimiento resurgen en nuestra vida como depresión que es irá dirigida contra uno mismo. Si se la empuja más adentro del inconsciente, puede resurgir como enfermedades psicosomáticas. A menudo se mencionan las migrañas, la artritis y la hipertensión como ejemplos de falta en el manejo de la ira. Estos síntomas suelen aliviarse en cuanto la persona aprende a manejar su ira.

Impacto de la rabia y la hostilidad sobre la salud

La ira, experimentada de forma continuada se puede convertir en crónica y producir alguno de los siguientes síntomas:

  • Presión sanguínea alta
  • Riesgo de riesgo de parada cardiaca
  • Dolor crónico prolongado
  • Colesterol alto
  • Sistema inmunológico debilitado
  • Riesgo de abuso de sustancias

El manejo de la ira: utilizar la ira positivamente

Es posible que al reprimir los enfados y hostilidad interna no nos demos cuenta de que la ira no pierde su energía. Para llegar a tener un manejo de la ira debe ser reconocida y trabajada. De no ser así podría manifestarse de formas perjudiciales para la salud y el progreso en general.

Podemos entender el enfado/ira como una señal que podemos utilizar, que nos indica que existe un problema que ha de ser resuelto.

El enfado/ira está influenciado por nuestro pasado. Una reacción de enfado mayor de lo esperado normalmente suele estar conectado con una experiencia pasada negativa que influye en los pensamientos y conductas del presente. Sería conveniente entonces aprender el manejo de la ira.

Si cree que actúa de manera que parece fuera de control y que es alarmante, tal vez necesite ayuda para encontrar mejores maneras de manejar esta emoción.

En Psicología Relacionarte podemos trabajar con usted en el desarrollo de técnicas para cambiar su pensamiento y su conducta y así reducir sus sentimientos emocionales y el despertar fisiológico que provoca. Podemos ayudarle a controlar sus reacciones.